El aspirante a superalimento que regenera neuronas y mejora tu memoria

La melena de león se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional china y japonesa
Pero no solo se toma en cápsulas ni se limita a los suplementos, sino que puede integrarse en diversas recetas
A medio camino entre la neurociencia y la alta cocina se encuentra un singular hongo con nombre felino y apariencia esponjosa: la melena de león (Hericium erinaceus), un organismo que está desafiando las fronteras entre lo terapéutico y lo gastronómico.
Con una forma que recuerda a una cabellera blanca enredada y una textura que evoca a la carne de langosta, la melena de león ha dejado de ser una rareza oriental para convertirse en objeto de interés tanto de investigadores como de chefs. Este hongo, poco conocido hasta hace pocos años en Occidente, se ha ganado un lugar privilegiado en el mundo de los superalimentos por algo más que su sabor: estudios recientes apuntan a que podría regenerar neuronas y mejorar la memoria.
Un viejo aliado en la medicina tradicional... ahora validado por la ciencia
La melena de león se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional china y japonesa por sus supuestas propiedades tonificantes y digestivas. Sin embargo, no fue hasta principios del siglo XXI que la ciencia empezó a observar más de cerca su potencial sobre el sistema nervioso.
Estudios en animales y humanos han demostrado que este hongo contiene dos compuestos únicos: hericenonas y erinacinas, capaces de estimular la producción del factor de crecimiento nervioso (NGF), una proteína clave en la regeneración y protección de las neuronas. Un artículo publicado en Frontiers in Nutrition ha concluido que el consumo puntual de extractos estandarizados de Hericium erinaceus mejora aspectos cognitivos incluso en individuos sanos, sin patologías previas.
Además, un metaanálisis de varios estudios realizado para el portal Hifas da Terra, especializado en micoterapia, recoge evidencias de que este hongo puede ayudar en procesos de neurogénesis, concentración, memoria e incluso en síntomas de ansiedad y depresión.
Un ingrediente versátil: de la neuroregeneración... al salteado
Pero la melena de león no solo se toma en cápsulas ni se limita a los suplementos. En la última década, cocineros de vanguardia y divulgadores del real food la han comenzado a integrar en recetas cotidianas, especialmente por su textura densa y fibrosa, muy similar a la del marisco.
El chef Shojin Ryori, defensor de la cocina budista japonesa, la emplea en platos que imitan al pescado blanco, mientras que cocineros veganos en redes sociales como @plantbasedblonde o @chef.mike.veg la han popularizado por su uso como sustituto vegetal del pulled pork o del crab cake. No solo absorbe los sabores en marinados, sino que se dora perfectamente en sartén, horno o incluso freidora de aire, ofreciendo una alternativa sana y sabrosa a la proteína animal.

Por esto, existen varias formas sencillas de añadir este superalimento a nuestro plan de alimentación habitual:
- Salteada como sustituto de la carne o marisco: Una de las preparaciones más comunes es saltearla con aceite de oliva, ajo y perejil, tal y como se haría con unos champiñones portobello o unas gulas. Su sabor neutro y su textura la convierten en un lienzo perfecto para platos asiáticos o mediterráneos.
- En tacos, hamburguesas o baos vegetales: Desmenuzada tras una cocción lenta o tras un breve horneado, la melena de león puede simular la textura del pulled pork, ideal para tacos, baos al vapor o rellenos de hamburguesa vegetal.
- En polvo, para smoothies o cremas: Disponible en tiendas especializadas en micoterapia y herbolarios, el polvo de melena de león se puede añadir a smoothies, batidos de avena o incluso a cremas de verduras. No altera el sabor y añade un aporte funcional diario.
- Como suplemento en cápsulas o extractos líquidos: Para quienes buscan un uso más clínico o constante, existen extractos de melena de león de alta concentración, recomendados por nutricionistas especializados en salud cerebral. Algunos formatos incluyen combinaciones con otros hongos adaptógenos como el reishi o la cordyceps.
¿Qué dicen las evidencias clínicas?
A pesar del entusiasmo, la mayor parte de los estudios disponibles han sido realizados en ratones o en modelos celulares. Sin embargo, algunos ensayos en humanos comienzan a ofrecer resultados esperanzadores:
En un estudio doble ciego realizado en Japón, personas mayores con deterioro cognitivo leve que consumieron 3 gramos diarios de polvo seco de melena de león durante 16 semanas mostraron mejoras significativas en las pruebas de memoria, en comparación con el grupo placebo. El efecto disminuyó al suspender el consumo, lo que sugiere un impacto directo y dependiente de la ingesta.

Otro ensayo recogido en Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine encontró que el extracto acuoso del hongo reducía los niveles de ansiedad y depresión leve, posiblemente por su interacción con el eje HPA (hipotálamo-hipófisis-adrenal), implicado en el estrés crónico.
Aunque estos hallazgos pueden calificarse como prometedores, los expertos coinciden en que todavía hace falta realizar estudios más amplios, controlados y con seguimiento a largo plazo para poder confirmar estos efectos con certeza clínica.
¿Quién debería (y quién no debería) tomar melena de león?
Aunque no se le han atribuido efectos secundarios graves, existen algunos casos documentados de reacciones alérgicas leves, como picor cutáneo o molestias digestivas. Los extractos de Hericium erinaceus pueden interactuar con ciertos medicamentos, especialmente con aquellos que afectan al sistema nervioso o inmunológico, por lo que se recomienda consultar siempre con un profesional sanitario antes de iniciar su uso regular, especialmente si se padece enfermedades autoinmunes, trastornos neurológicos diagnosticados o se sigue un tratamiento con antidepresivos, ansiolíticos o antiepilépticos
Además, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deberían evitar suplementos sin prescripción, al no existir ensayos suficientes sobre su seguridad en estas etapas.